A ti, Benita

Cuando era pequeña pasaba largas y felices temporadas en casa de mis abuelos maternos, en un pueblecito de Cáceres llamado Villar del Pedroso. Allí aprendí muchas cosas, sin la consciencia de que todo aquello marcaría mi forma de vivir la vida. Descubrí en mi abuela un referente personal, una fuente de inspiración de la que quería aprender y beber cada día. Con el tiempo me fue enseñando que lo que de verdad importa no se ve, se siente. Me pidió que luchara por mis sueños y me dijo que disfrutara, pues en el camino encontraría la felicidad.

Mi abuela dedicó gran parte de su vida a bordar y me enseñó que las pasiones podían detener el tiempo. Encontraba en sus bordados un refugio, hablaba con ellos y les regalaba lo más preciado que tenía, su tiempo. Era paciente, sabía que llegaría el día en que admiraría su obra con orgullo, satisfecha por el esmero y la dedicación de sus días. Hoy, recojo el testigo de ese buen hacer y trato de imprimirle a mis piezas ese cariño, esa huella imborrable que transforma lo cotidiano en algo excepcional y único.

 

Bakari es mucho más que una marca, habla de ti; de lo que te gusta, de lo que respetas y por lo que luchas. Representa a una mujer poderosa, fuerte, comprometida y segura de sí misma. Damos y recibimos con profunda gratitud y respeto. Compramos de una forma consciente sabiendo que cada gesto cuenta.

Somos lo que consumimos y juntos, podemos cambiar el mundo.

#feelbakari

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